La reflexología también conocida como reflexoterapia, nos habla de la representación del cuerpo, reflejada en múltiples de puntos, que se encuentran principalmente en los extremos de nuestro físico, siendo los protagonistas los pies. Existen también la reflexología facial, que se aplica en nuestro rostro, y la reflexología de manos que, como su nombre indica, se practica en ellas.
Estimular estos puntos alivia el stress y corrige los errores del funcionamiento del cuerpo. Lo que permite, a través de tus pies, obtener un estudio sobre tu estado de salud.
Los beneficios de la reflexología bien podrían empezar por el efecto que crean sobre nuestro sistema inmune.
La reflexología proporciona una gran sensación de relax, no solo de nuestro cuerpo, también de nuestra mente.
Su potente efecto saludable colabora en la eliminación de deshechos que se encuentran en el hígado, intestinos y en los riñones. Lo que se transmite en una mejora de las funciones de estos órganos y en el traslado de la sangre por todo nuestro cuerpo.
Todo el que sufre o ha sufrido de la espalda, sabe muy bien lo serio que puede llegar a ser sus síntomas. El dolor penetrante, no poder estar en la misma postura mucho rato, como incide sobre todo en la parte lumbar y zona del cuello, la forma en que nos limita para hacer tareas consideradas “normales”. La espalda, cuando está mal, nos hace la vida muy difícil.
La reflexología puede ayudar enormemente al alivio de estas dolencias. La ciática o la misma artritis, en numerosos casos, mejoran sensiblemente con la reflexología.
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